Considerada como la Capital Folklórica del Perú y de América, Puno es inmensamente rica en danzas, música, costumbres y leyendas. Puno es célebre por lo variado y colorido de su folklore, sin duda el más rico y deslumbrante del continente, cuya máxima expresión es la fiesta de la Virgen de la Candelaria, que se realiza en febrero.
Durante el mes de febrero, en los primeros días, Puno se convierte en la “Capital Folclórica del Perú y América”. Las calles son invadidas por, fieles, por danzantes con coloridos trajes y hasta por turistas que rinden homenaje a la patrona de la ciudad: la Virgen de La Candelaria, conocida como La Mamacha Candelaria por el total amor y devoción que le tienen los pobladores puneños. Pone se viste de fe y se envuelve en una fiesta de carnavales, convirtiéndose en una de las más grandes celebraciones religiosas del país desde la época de la Colonia hasta nuestros días.
La Mamacha Candelaria es acompañada por una multitud que reza, agradece y pide milagros. Muchas veces, hasta le son arrojados papelitos llenos de plegarias, y en las calles, los altares se preparan para honrarla.
La fiesta de la Candelaria dura dieciséis días, comienza el 2 de febrero con la realización de misas, reunión de comparsas y músicos; luego, se da inicio a la primera procesión, y la Mamacha es acompañada por, una multitud que reza, agradece y pide milagros. Muchas veces, hasta le son arrojados papelitos llenos de plegarias, y en las calles, los altares se preparan para honrarla. Se trata de una ceremonia llena de emoción y de alegría. La virgen es visitada por gente de diversos lugares, que se une a esta fiesta, Al día siguiente, las personas desfilan por las calles, entre música, danzas y sorprendentes trajes. Este desfile, a lo largo de los años, se ha convertido en un concurso de danzas folclóricas con la participación de cientos de danzantes y músicos, quienes deleitan con sus bailes a miles de espectadores de todo el mundo. Al finalizar el concurso, la fiesta se hace todavía más grande y todos participan en ella. Es una experiencia inolvidable.
Aquí se puede apreciar la famosa Diablada. La imagen de la virgen es llevada en procesión por las principales calles de la ciudad de Puno. Los días posteriores se realizan ferias y fiestas en diversos barrios donde se bebe y se baila durante el día y la noche.La apoteosis del festival es el 12 de febrero cuando cientos de grupos muestran su respeto con danzas en una larga procesión a través de la ciudad, acompañada con música típica de los Andes.
En 1781, rebeldes, liderados por el caudillo aymara Túpac Catari intentan tomar la ciudad para reducir este bastión del virreinato y preparar su ataque a la actual ciudad de La Paz. Los habitantes se defendieron con el mayor coraje posible, pero su inferioridad numérica no les daba mayor chance en la contienda. En su desesperada situación, los pobladores optaron por sacar a la virgen, cuya imagen se veneraba en la iglesia de San Juan. Tras implorarle su protección durante toda la noche, los pobladores observaron, atónitos, cómo los enardecidos sitiadores abandonaron el lugar.
Otras tradiciones dicen que en aquella misma ocasión, durante la procesión matinal, las andas de la virgen empezaron a brillar con gran intensidad, encegueciendo a los sitiadores y haciéndoles víctimas de un terrible espejismo: un enorme ejército a caballo llenaba la ciudad y sus armas brillaban también intensamente. Ante esa visión, las tropas de Túpac Catari se replegaron.
Dentro y en los alrededores de Puno son 726 el número de danzas registradas que han pasado la prueba del tiempo y que aún son practicadas es por esto que Puno es La Capital Folklórica del Perú y América.